lunes, 18 de junio de 2012

La genealogía de la moral: Tratado primero.

Nietzsche, en La genealogía de la moral, hace lo que todo "filósofo" debe realizar (creo yo), y es ir a los cimientos, a la base del concepto. Si de "algo" se quiere hablar se debe conocer ese "algo" no solo por lo que es ahora sino también por lo que fue en sus inicios.

En este tríptico, Nietzsche analiza de manera espléndida diferentes factores de la moral establecida, y busca así ir más allá de lo establecido, como es costumbre en él. Me remito a palabras de él: "Yo deseo la verdad, toda la verdad, incluso la verdad simple, áspera, fea, repugnante, no-cristiana, no-moral... Pues existen verdades tales"

En el tratado primero, escrito en 1887, en Sils-María, él analiza qué es <<bueno>> y qué es <<malo>> (<<malvado>>), y la única manera que encuentra es examinando dichos vocablos desde su genealogía, partiendo de allí y viajando hasta su posterior cambio.

Las palabras, significantes, sufren la metamorfosis de su significado, que a ciencia cierta es el cambio de la suma de significantes; pero ¿qué significan estas palabras? ¿cuál es su metamorfosis conceptual? Estas son las respuestas que Nietzsche intenta responder en este tratado inicial.

En el análisis del vocablo [schlecht] <<malo>>, Nietzsche expone su significado inicial: Hombre vulgar, plebeyo, el simple. En esta época se consideraba el [gult] bueno al noble, al guerrero, al valiente, antítesis del <<malo>>.

Ahora bien, según lo dicho antes, ser <<bueno>> o <<malo>> dependía del azar y no de los hechos concretos, se nace schlecht o se nace gult, los actos no interesan, ¡qué osadía! ¡qué error!. Aunque si bien en esta época no había juicios valorativos, simplemente era una distinción no-simbólica, aunque no tocara la realidad.

Luego, con la aparición del judaísmo, se da lo que él llama la "transvaloración de los valores", la metamorfosis conceptual de lo bueno y lo malo. Para el judaísmo (y posteriormente para el cristianismo), el noble (bueno) se considerará irrefutablemente como el ser-malvado (böse), como el injusto y la persona que sufrirá; entonces, por el contrario, el humilde, el plebeyo será considerado como el [glut] bueno-

Así el judaísmo impondrá un deber-ser, un modelo-de-hombre, convirtiéndose así en un ideal, imponiendo a ese hombre-superior (glut) por encima del resto de los hombres (de-los-malvados). Es así como el insurrecto, plebeyo, pasa a ser tirano y convertirse en ideal-de-la-sociedad. Con esto Nietzsche afirma que el judaísmo no es la religión del amor, sino la religión del odio, aversión hacia los nobles.

Yo, consideraré al ser-bueno como: el hombre que no atenta contra la libertad del Otro, siendo el otro sujeto único de la sociedad en la que él habita y no objeto del mundo que el hombre cree como única realidad. Todo hombre que atente contra la vida de otro no debe ser considerado bueno.

¡Qué osado es el hombre! Se cree capaz de nombrar las cosas, de darle juicios valorativos y morales a los hombres y a las acciones, mientras la realidad lo aplasta y le dice lo erróneo que está. Yo también cometí ese error, pero es la única manera de nominar las cosas, o es la única que yo considero factible.

Ricardo Madrid Builes.

martes, 12 de junio de 2012

Un libro que nunca fue, ¿que nunca será?

Pensamientos de un sentir
Ricardo Madrid Builes

Opúsculo innecesario; pero emancipador, de pensamientos que no se piensan, que se siente o se viven. Lo que aquí se dirá no tiene nada de cierto, pero a su vez no tiene nada de falso, como nosotros que somos verdad camino hacia la falsesas que es la muerte (única verdad).

Mientras me responsabilizo de mi existir, de ese peso, escribo como remedio al remedio, antídoto de esta enfermedad que es la vida, ¡qué bella enfermedad!, que solo con la muerte se irá de mi cuerpo, pero que nunca sanará.

Seres-para-vivir, vivir para contar, morir para inmortalizar...

No recuerden al ser por lo que escribió, sino por lo que dejó de escribir.

  • .     1) Al infierno es al único lugar donde quiero ir luego de que esta fiesta se termine. Allá están todos con los que deseo compartir el resto de mis días, los que se desdogmatizaron y se dedicaron por “ser”; tranquilos que no hablo de los hampones, ladrones, terroristas y demás (que en este país pululan), esas escorias no están en el infierno, nunca existieron o bien dejaron de existir.
      
  • .   2) Si Dios existe o no eso no me interesa, la fe es tan personal como la vida; si en realidad existe me mandó a vivir y si no existe, seguiré viviendo.
     
  • .       3) En este mundo hay que buscar las soluciones de los problemas más del lado de la patafísca que de la lógica, un no existir para existir, así sea un poco. Soluciones imaginarias para esta realidad irreal.
      
  • .   4) A Meursault no lo condenador por su asesinato, le imputaron cadena perpetua por no llorar a su madre (que ya no estaba). Es que en este mundo para poder vivir hay que llorar a los muertos y reírse de las desgracias de los vivos.

         5) Hombre: amigo de Cronos, enemigo de Cronos. Quiere vivir, que pase el tiempo, mientras este tiempo –que él mismo inventó- lo lleva al lugar donde no quiere ir, al único para donde todos vamos… Tánatos.

         6) La “verdad” es como un globo que aterriza cuando su fuego acaba, y que todos creen poseer, todos quieren tener; pero que como el globo también vuela, se va; pero en realidad nunca fue de nadie, fue de todos.

           7) No crean ni confíen en aquellos que les dicen: “nosotros los filósofos”, “nosotros los intelectuales”. No, esos marginan, mirando todo desde un balcón: la buhardilla de la erudición. Crean en los que dicen “yo”, ese yo sentado en hombros de gigantes.
    El problema es de seres humanos, no de letras.

        8)  Las ilusiones mueven a sus fieles. Hacen que despierten, hacen que caminen, llevan a la muerte. ¿Qué es la religión? ¿Qué es la patria? ¿Qué somos nosotros? Cúmulo de ilusiones, búsqueda de identidad para caminar y ergo poder decir: “yo soy”. Pero solo somos eso: una ilusión pasajera.

       9) La haya tiene como fin conseguir dinero, el medio para conseguirlo es limpiando; Juliet desea limpiar su casa y la manera para conseguirlo es contratando a la haya. ¡Cuánta razón tenía Stammler! La sociedad es una reciprocidad entre fines y medios, pero qué iluso fue, en su ontología de la sociedad le faltó lo esencia: vemos al medio como un esclavo, no como un ayudante. Tiranizados con ansias de poder.

     
    10)  “Qué es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos”. Cortázar, gíglico, Rayuela.
    Entonces, ¿es el olvido un odio hacia el sentimiento? ¿Una aversión por el pathos? No lo creo, uno nunca olvida, el sentimiento sigue ahí, enterrado pero sigue y lo tratamos de aplastar con eso que llamamos: olvido.

    Ricardo Madrid Builes.